Juan 10: 1-15
Entonces Jesús dijo: "Os aseguro: El que no entra en el redil de las ovejas por la puerta, sino que sube por otra parte, es ladrón y asaltante. "Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A éste el portero le abre, y las ovejas reconocen su voz. Llama a sus ovejas por nombre, y las saca del redil. Y cuando ha sacado fuera todas las que le pertenecen, va delante de ellas. Y las ovejas lo siguen, porque reconocen su voz. Pero no siguen al extraño, antes huyen de él, porque no conocen la voz del extraño.
Esta comparación hizo Jesús, pero ellos no entendieron lo que les decía. Jesús volvió a decirles: "Os aseguro: Yo Soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí, son ladrones y asaltantes, y las ovejas no los oyeron. Yo Soy la puerta. El que entre por medio de mí, será salvo. Entrará, saldrá y hallará pastos.
El ladrón no viene sino a hurtar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia. Yo Soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve la lobo que viene, y abandona las ovejas y huye. Y el lobo las arrebata y las esparce. El asalariado huye, porque es mercenario, y no le importan las ovejas.
Yo Soy el buen pastor. Conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Así como el Padre me conoce, yo conozco al Padre. Además doy mi vida por las ovejas.
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