Romanos 15: 1 - 6
Así, los que somos más fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que sea bueno para la edificación.
Porque tampoco Cristo se agradó a sí mismo; antes, como está escrito: "Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mí".
A todo lo antes escrito, para nuestra enseñanza fue escrito, para que por la paciencia y el consuelo de las Escrituras, tengamos esperanza.
Que el Dios de la paciencia y el consuelo os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús. Para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor, Jesucristo.
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