Pacientemente esperé al Señor, y se inclinó hacia mí, y oyó mi clamor. Me sacó de una fosa mortal, del lodo cenagoso.
Asentó mis pies sobre la Roca, y afirmó mis pasos.
Puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios.
Muchos verán esto, lo venerarán, y confiarán en el Eterno.
¡Feliz el hombre que pone en el Eterno su confianza, y no mira a los soberbios, ni se desvía tras la mentira!
1 comentario:
Hola Damaris que hermosas palabras,que lindo poder expresarlo de ese modo!!!
Te quedó muy bonito el reto amistoso te felicito amiga!!!
besis y buena semana para vos!!
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