Filipenses 2: 5-11
Haya en vosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús. Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, sino quese despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo, y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.
Por eso Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un Nombre que es sobre todo Nombre; para que, en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre.
Olá Damaris!
ResponderEliminarSempre que tenho um tempinho venho até aqui para ler sua Palavra Diária e refletir...(e é claro, ver também os trabalhos de crochê, que são bárbaros!).
Espero que não fique mais afastada da gente porque, a net não é a mesma sem você.
Fica com Deus!
Mundixerus da,
Tuka!